Perfil biográfico y artístico
Javier Ciga Echandi, (Pamplona 1877-1960). Por vía materna era de ascendencia baztandarra y a esta tierra quedará ligado tanto personalmente por su matrimonio con la elizondarra Eulalia Ariztia en 1917, como pictóricamente, ya que pintó una y otra vez su paisaje, tipos y sus costumbres.
La muerte de su madre y de sus cuatro hermanos a edad temprana, marcan trágicamente su infancia.
A partir de 1892 comenzó su etapa de formación en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, entrando en contacto con notables maestros como Carceller, Zubiri y en 1907 con García Asarta en su academia. En 1908, 1909 y 1910, consiguió tres primeros premios en el concurso de carteles de San Fermín, renovando esta técnica y dotándola de valores pictóricos, así mismo, realizó los carteles de 1917, 1918 y 1920. Gracias al mecenazgo de sus parientes los Urdampilleta, continuó su formación en Madrid (1909-1911). Ingresó en la Academia de San Fernando y estudió con los célebres profesores y artistas Garnelo y Moreno Carbonero, obteniendo el título de profesor, con cinco diplomas de primera clase y la medalla de oro.
Entre 1912 y 1914 se inicia la etapa parisina, incorporó los nuevos usos y técnicas del Impresionismo, Postimpresionismo y Constructivismo, pero siempre dentro de la perfección realista. Además de sus visitas al Louvre, Ciga se formó como alumno libre en las academias más importantes: Julian, donde recibió clases del famosísimo maestro Jean Paul Laurens, Grand Chaumiére y Colarossi. El hecho más relevante fue su inclusión en el Salón de Primavera en 1914 con su cuadro El mercado de Elizondo y en consecuencia, su reconocimiento como miembro del Gran Salón de París. El inicio de la I Guerra Mundial, corta su formación parisina y le obliga a volver a Pamplona.
Entre 1915 y 1936, comenzó su etapa de madurez. Participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid de l915 y 1917, para esta última, presentó su otra gran obra maestra “Un viático en Baztan”. Tras su triunfo parisino, se encuentra en un momento álgido de su carrera, convirtiéndose en referente pictórico de la pintura navarra de la primera mitad del siglo XX.
Además de su faceta de pintor, sobresale la de docente, como maestro de maestros, proyectándose su influencia en la siguiente generación de pintores. Durante más de cuarenta años, cual atelier parisino, la Academia Ciga fue un centro vivo, donde nuestro pintor, con gran profesionalidad y cariño, transmitía a sus alumnos sus ingentes conocimientos pero sobre todo, les iniciaba en la capacidad de entusiasmarse a través de la Pintura y el Arte con mayúsculas.
Otro aspecto importante en su vida, sería su compromiso político. Fiel a su ideario nacionalista, fue defensor de la lengua y cultura vasca. Entre 1920-1923 y 1930-1931, desempeñó el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Pamplona por el Partido Nacionalista Vasco al cual estaba afiliado. En plena Guerra Civil fue detenido, torturado y encarcelado durante año y medio. Como consecuencia de ello, se cortó su proceso creativo, lo que unido a sus problemas físicos de la vejez, influirán negativamente en su última etapa de 1939 a 1960, en la que repitió aquel ideal estético que él mismo había creado. Moría un frío y nevado 13 de enero de 1960, a los 82 años de edad.